Las partes principales del motor de arranque son:
la carcasa, las bobinas inductoras y masas polares, el inducido, el piñón de
arrastre, la tapa lateral, las escobillas y el solenoide o automático.
La carcasa es el envolvente de todo lo que es el
motor de arranque, es
la parte externa del mismo. A ella van sujetos
todos los mecanismos del motor de arranque. La sujeción del motor de arranque
en la carcasa del cambio de velocidades (zona más próxima al volante de
inercia) se efectúa por medio de tornillos.
Las bobinas inductoras y masas polares van sujetas
a la carcasa por medio de tornillos. Las bobinas inductoras son unos hilos muy
finos alrededor de 1 m.m. que están enrollados en forma de curva, de acuerdo
con la forma de la carcasa. Los hilos son de cobre esmaltado y están totalmente
encintados para su protección. Cuando conectamos la llave de contacto, damos
paso a una corriente eléctrica procedente de la batería y que va a las bobinas,
y éstas crean un flujo magnético el flujo magnético es el conjunto de líneas de
fuerza que existen en el campo magnético.
El inducido o rotor es la parte móvil del motor de
arranque. Tiene tres partes fundamentales: el bobinado, el tambor y el
colector. El bobinado tiene cierta cantidad de hilos que van alojados por medio
de soldaduras de gran precisión sobre las ranuras. El tambor del inducido es el
que lleva practicadas las ranuras ya mencionadas anteriormente y van conectadas
en serie. El colectores el asiento de las escobillas y recibe la corriente
procedente de las bobinas.
El piñón de arrastre va unido a un extremo del
inducido. Tiene un estriado helicoidal del cual se deslizará el piñón en el
momento de accionamiento de arranque. El piñón que se desplaza posee los
dientes rectos y debido al roce y resistencia que ofrece el motor, éste ha de
tener menor número de dientes que el volante de inercia para permitir una
relación de fuerza adecuada para el motor en funcionamiento sin problema
alguno.
La tapa lateral es la que une el solenoide y la
carcasa ésta a su vez se une a la carcasa del cambio de velocidades, y también
tiene por objeto alojar en su interior a la horquilla y piñón que desplaza.
Las escobillas han de ser de gran resistencia,
suelen ser escobillas de cobre, porque en el momento del arranque reciben entre
150 a 300 amperios por cm2y la presión de éstas sobre el colector debe ser
entre 600 y 800 gr/cm3.
El solenoide o automático es simplemente un
electroimán, un áncora y un muelle. Todo este conjunto es el encargado de
desplazar la horquilla y ésta al piñón.
Cuando se acciona la llave de contacto en posición
de arranque, la corriente llega al electroimán del automático y éste al magnetizarse
atrae el áncora que a la vez presiona el muelle. Así, el piñón se ha desplazado
por medio de la horquilla y éste engrana con la corona dentada del volante de
inercia.
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